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Garachico es uno de los lugares con más historia y carácter de Tenerife. Fundado en el siglo XVI, fue el puerto comercial más importante de la isla hasta la erupción de 1706. Hoy conserva su trazado colonial, sus plazas tranquilas y su alma volcánica. Pasear por sus calles es volver al pasado entre conventos, iglesias y casas nobles. Todo desde la comodidad de un recorrido privado.
Entramos al casco antiguo y comenzamos a recorrer sus calles empedradas y llenas de historias. Visitamos la plaza de La Libertad, el convento de San Francisco y varios puntos emblemáticos que muestran su esplendor histórico. Nos acercamos a las piscinas naturales formadas por la lava que arrasó el puerto. Hay tiempo para caminar, tomar algo o simplemente contemplar el mar. Todo en un ambiente tranquilo y auténtico.
Garachico emociona porque combina belleza, historia y resiliencia. Cada edificio antiguo tiene una historia ligada al fuego y al mar. No es solo un pueblo bonito, es un símbolo de recuperación frente a la fuerza de la naturaleza. Aquí el turismo no ha borrado lo local, y eso se siente en cada esquina. Es un lugar para observar, sentir y entender el alma de Tenerife.