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El Teide es mucho más que un volcán: es el símbolo natural de la isla. Esta ruta en taxi privado te lleva desde los pinares hasta los paisajes volcánicos más imponentes. La carretera serpentea entre miradores que parecen postales. Es un viaje visual e íntimo por el corazón geológico de Tenerife. Aquí la altura transforma el entorno y la experiencia.
Partimos rumbo al mirador de Chipeque, con sus nubes flotando bajo el volcán. Luego llegamos a La Tarta, donde las capas de lava revelan siglos de historia. Seguimos hasta la base del Teide, muy cerca del teleférico. Terminamos entre los roques de García, en un escenario casi lunar. Cada parada ofrece calma, vistas y contacto con la naturaleza.
Caminar por este paisaje es entender cómo se formó la isla. No hay multitudes, solo silencio, aire puro y formas que despiertan asombro. La conexión con la tierra es real y profunda. Este recorrido invita a mirar con otros ojos lo que normalmente solo se fotografía. Es un viaje que se siente, no solo se observa.